Signo Zodiacal Aries
Identikit profesional
a cargo de Cristina Caretta
Para los nativos de Aries, el trabajo representa, un reto, un desafío con sí mismos y con la vida, una oportunidad para probar sus capacidades, expresar sus potencialidades y encauzar su gran carga vital hacia objetivos importantes. El trabajo es un aspecto fundamental de la vida que determina el sentimiento de realización personal, cuya importancia no debe ser subestimada.
A la hora de escoger un curso de estudios o una carrera universitaria que los capacite para el mundo del trabajo, los nativos de Aries tienden a confiar en su instinto e intuición, así que puede que decidan dejándose guiar por la pasión o el interés que sienten en ese momento, más que por un análisis riguroso y completo de las diferentes opciones que tenga también en consideración sus inclinaciones y las perspectivas de trabajo. Sin embargo, pese a la falta de ponderación y reflexión, estas elecciones impulsivas siempre resultan atinadas, como si los nativos de Aries contaran con un sexto sentido que les indica lo que es mejor para ellos.
Convencidos de que la vida es una competencia perene para conquistar la primera plaza y, dicho sea de paso, no podría haber sido de otra manera al ser Marte el regente del signo, nuestros Aries, tanto hombres como mujeres, lucharán como guerreros impávidos, leales, sin escatimar esfuerzos para llegar a ser los primeros, ya sea en el estudio o en el trabajo. El instinto, su mejor aliado, siempre los acompañará en su camino y a la hora de tomar decisiones importantes con tempestividad. Por otro lado, claro está, su mayor defecto es la falta de reflexión: para ellos, todo tiene que solucionarse rápidamente y sin inconvenientes, de lo contrario, desisten, abandonan, ya que lo importante es llegar rápido a la solución de los problemas y seguir adelante, pasando a algo nuevo. Dejarse llevar por la fantasía, contemplar posibilidades alternativas de hacer las cosas o ideas elaboradas y abstractas no es lo suyo, al contrario, les provoca ansiedad y puede desalentarlos y llevarlos a abandonar un proyecto incluso antes de empezarlo. Los supuestos, las alternativas, las implicaciones a ellos no les interesan: lo importante es lo que ocurre aquí y ahora, hay que decidir de una vez y rápidamente.
Por tanto, estudios u ocupaciones que requieren aplicación, dotes analíticas y racionales, capacidad de profundizar, paciencia y tiempos largos para lograr unos resultados, no son aconsejables para los nativos de Aries. Mucho más aptas para ellos son las actividades movidas, los deportes, y los trabajos que requieren prontitud y energía, en suma, todo lo que despierta su espíritu competitivo y su agonismo.
Al pertenecer al primer signo del Zodiaco, los Aries son auténticos pioneros, que abren nuevos caminos y echan a andar empresas innovadoras. Son los que, inspirados por ideas originales, aún siendo rodeados por la incredulidad general, las llevan a la práctica con determinación y tenacidad sin preocuparse por los detractores. Sin embargo, si las cosas no salen como previstose aburren rápido, desisten y pasan a otro proyecto. Aquí está uno de sus defectos: la inconstancia y la inestabilidadque los llevan a abandonar los proyectos a medias, al darse cuenta de que son más complicados de lo que habían pensado.
Fieles a su espíritu guerrero e impulsivo, los nativos de Aries, al chocar con obstáculos imprevistos, pueden detenerse, como quienes chocan contra un poste por estar mirando a otro lado. Sin embargo, superado el aturdimiento debido al golpe, saben levantarse y, sin pensarlo demasiado, retoman su camino, saltando el obstáculo, más determinados que antes.
Los Aries tienen una mentalidad ganadora, se sienten a gusto en los ámbitos donde se requiere valor, espíritu de iniciativa y arrojo, así que es mejor que tengan su propia empresa, tal vez asistidos por colaboradores de signos de Tierra, que los ayuden a mantenerse con los pies en la tierra.
En cambio, cuando trabajan como empleados, para desempeñar sus tareas de forma productiva y constructiva tienen que apasionarse e identificarse con la misión de la empresa, además de tener cierta autonomía de acción. Si susesfuerzosson apreciados y reconocidos, se entregan al trabajo y consiguen óptimos resultados. Además, como respetan la autoridad y las jerarquías, y aborrecen toda forma de anarquía, obedecen las órdenes de los superiores con prontitud y, obviamente, exigen lo mismo a sus subordinados.
Aries, al estar regido por Marte, el planeta de la voluntad, y por Plutón, el astro que simboliza el instinto creativo, además de tener al Sol en exaltación, reivindica su derecho al poder, por ocupar la primera posición en la rueda del zodiaco, y está dispuesto a defenderlo incluso con las armas. Sin embargo, Saturno, el planeta que representa el poder, tiene en Aries una posición débil. De ahí que los nativos de Aries experimenten el poder de forma ambivalente: por un lado, lo buscan y a menudo lo consiguen en modo expeditivo y un poco arbitrario, también gracias a su determinación y carisma personal, por el otro, les cuesta trabajo conservarlo ya que no son buenos estrategas y les hacen falta la frialdad y la capacidad para sacrificarse, las cualesson indispensables para mantener el poder en el tiempo. Además, una vez alcanzada una posición de poder, se preocupan demasiado por mantener su imagen de ganadoresen lugar de llevar a cabo las tareas que su posición conlleva, corriendo el riesgo de que alguien más pragmático y previsor los desbanque. En suma, los Aries son indudablemente óptimos generales capaces de ganar las batallas, ya que saben cómo motivar a sus tropas, sin embargo, no son buenos para las largas guerras de posición, donde hace falta paciencia para ir desgastandoal enemigo de poco a poco.
Manejan el poder de forma militar y autoritaria, no aceptan críticasy toman personalmente toda victoria y toda derrota. De hecho, los directivos nacidos bajo el signo de Aries exigen obediencia y tratan a sus subordinados de forma bastante brusca y expeditiva: si algo no les gusta lo dicen de forma directa, sin tantos rodeos, y lo mismo esperan de sus colaboradores. Son muy suspicaces de quienes no hablan claro y se andan por las ramas por no saber o querer identificar y afrontar la esencia de los problemas;no soportan a quienes complican los problemas inútilmente y a las personas inciertas que hacen demasiadas preguntas. Ante un problema, las dudas están prohibidas, la primera solución es la que cuenta y seguramente va a funcionar. Semejante manera de abordar las cuestiones puede molestar a las personas sensibles, pero, a menudo produce mejores resultados que otros enfoques, aparentemente más suaves, pero también más ambiguos.
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