El eje de los nodos lunares está casi constantemente en un movimiento retrogrado y tarda aproximadamente 18/19 años para completar la vuelta entera del Zodiaco, abriéndonos a experiencias dejadas en suspenso y que es preciso afrontar, cada vez que está en conjunción con algún planeta, sobre todo los personales, y ayudándonos de tal manera a identificar los pasos a dar para descubrir nuestro Sí-mismo, esto es, lo que decidimos ser en el momento de nuestra actual encarnación.

A grandes rasgos, el tránsito del Nodo lunar norte en una casa natal nos da útiles indicaciones acerca del particular sector de la vida en el que tenemos más oportunidades para expresarnos y experimentar cosas nuevas que transformarán nuestra existencia, orientándola hacia la meta que es absolutamente peculiar e individual para cada persona. En cambio, el tránsito del Nodo lunar sur en una determinada casa de nuestra carta natal, nos proporciona indicaciones sobre las cuestiones que quedan por solucionar concernientes al pasado, tanto de ésta como de anteriores encarnaciones y que, por una u otra razón,esperan ser desbloqueadas para dar espacio de expresión al Nodo lunar norte en el otro lado de la carta del cielo.

Dicho en otras palabras, los tránsitos de los Nodos siempre hay que leerlos en una perspectiva dualista, esto es, según una dinámica de opuestos complementarios, indispensables el uno para el otro y que son el resultado de un desarrollo físico, psicológico y espiritual armonioso y equilibrado, el cual puede liberar al individuo del yugo de las vidas pasadas y de las experiencias infantiles de esta vida, que al no ser adecuadamente comprendidas y resueltas, pueden representar un bloqueo psicológico e impedir la manifestación de nuestro ser.

Al transitar el Nodo lunar norte en la IV casa y, por consiguiente, el Nodo Sur en la X casa, primero tendremos que analizar las ambiciones frustradas, irrealizables, bloqueadas que provienen de la casa X, así como los logros en el ámbito profesional y social que tal vez nos hayan alejado de la familia y de la esfera emocional, mismas que el tránsito del Nodo lunar sur en la IV casa natal nos induce a valorar, obligándonos a hacer un balance de lo que se ha realizado en la casa X.En realidad, es como si el Nodo lunar sur en tránsito por la casa X nos impulsara a hacer una especie de balance, o inventario, para entender lo que hemos obtenido, tanto bajo la forma de una especie de legado (concerniente a esta existencia y a las anteriores) como a través de un auténtico trabajo.Una vez que hayamos entendido que es lo que poseemos, podemos dar mayor espacio al sector existencial representado por la casa opuesta, en este caso la IV casa, es decir, el mundo de la familia, de los lazos ancestrales y de los legados psicológicos. Es aquí donde el Nodo lunar norte nos permite entender lo que de verdad deseamos en este sector de la vida y cuánto puede ser fundamental para nuestro desarrollo.
Obviamente, cuanto más fuerte seapara nuestra psíque, tanto más dentro de la casa se encontrarán planetas, personales, dominantes o importantes por alguna u otra razón.
Por ejemplo, si Plutón es el planeta maestro de la VII casa natal, un tránsito del Nodo lunar sur sobre él puede seguramente implicar acaecimientos que afectan la vida de relación, mismos que deberían buscarse dentro del sector representado por la casa natal en la que éste transita, por ejemplo la casa 2, esto es, relativos al sentido de apego y de seguridad que se vuelve necesario en la vida cada vez que buscamos hacer cambios o realizar algo importante, aprendiendo a desprendernos de los lazos heredados inconscientemente que el Nodo lunar sur en tránsito por la Casa 8 ha activado.

Es muy interesante leer los tránsitos del eje de los nodos lunares según una perspectiva kármico-evolutiva, puesto que nos permite entender cuáles son las tramas destínicas a las que estamos predispuestos y que indican nuestro camino evolutivo.